Vacía el alma,
llora las lágrimas,
has inventario,
cierra balance.
Contempla todo,
siente la vida,
mira las huellas,
cuenta las flores,
recuerda sonrisas
y días compartidos.
Deja las llaves sobre la mesa.
Vacía los bolsillos,
lava tus manos,
pinta el sendero.
Tomá la brújula,
que el corazón sea quién te guíe.
No olvides las gafas,
las de ver de cerca,
las de ver de lejos,
las de la vida cotidiana
y, sobre todo,
las de ver la magia.
Arma la maleta,
pon ilusiones,
un par de lienzos,
guarda bosquejos,
algunos pinceles
y tu paleta.
Cruza la puerta,
levanta tu mano,
cierra los ojos
y da las gracias.
Ve con la certeza
de que regresarás,
dos universos te aguardan
para iluminar tu sentir,
siempre:
eso será lo único que no cambie.
llora las lágrimas,
has inventario,
cierra balance.
Contempla todo,
siente la vida,
mira las huellas,
cuenta las flores,
recuerda sonrisas
y días compartidos.
Deja las llaves sobre la mesa.
Vacía los bolsillos,
lava tus manos,
pinta el sendero.
Tomá la brújula,
que el corazón sea quién te guíe.
No olvides las gafas,
las de ver de cerca,
las de ver de lejos,
las de la vida cotidiana
y, sobre todo,
las de ver la magia.
Arma la maleta,
pon ilusiones,
un par de lienzos,
guarda bosquejos,
algunos pinceles
y tu paleta.
Cruza la puerta,
levanta tu mano,
cierra los ojos
y da las gracias.
Ve con la certeza
de que regresarás,
dos universos te aguardan
para iluminar tu sentir,
siempre:
eso será lo único que no cambie.
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