Recuperando la memoria

Sentarse al fuego de las palabras, sentirlas vivas, chispeantes, capaces de actualizar ecos eternos y tiempos inexistentes.

Aquí tienes un lugar, que la rueda permite ampliarse y abrirse para que sientas tu espacio.

Que encuentres cobijo, mirada, escucha. Pero, sobre todo, que te encuentres...

agosto 20, 2011

Baqueano

Para Gustavo,
quién eligió seguir a su corazón.

Peregrino,
cuajas de vida el instante y haces presente los sueños
que hemos parido.
Anfitrión,
convocas al banquete de la vida,
y  nos ofreces sitial de honor.
Guerrero,
adalid de la verdad,
custodias la pureza,
protegiéndonos de la miseria que despreciamos,
que nos habita
y que negamos más de tres veces
antes del amanecer.
Descifrador de los pliegues
bajo los cuales somos capaces
de enterrarnos vivos, sin lamento alguno.
Orfebre de las miradas,
eres capaz de destilar las lágrimas
y catalizar los miedos
que se marchitan para dar nacimiento
a la esperanza.
Alquimista:
transmutas los colores del paisaje del alma
y enciendes nuestra conciencia creadora.
Maestro,
sé que tus palabras se hacen hebras y dibujan el tejido de nuestra existencia.

agosto 19, 2011

Chispa

Presa del instante,
acorralada en la infinitud de la pampa.
Imparable y atrapada en la fugacidad.
Efímera dando pasos de inmortalidad.
Austera en el reino de la gracia.
Evanescencia pétrea y deshojada.
Germina la vida inexistente
dejando huellas en el presente.

agosto 07, 2011

Elección

Me siento un muerto en
                  vida.
Me ahogan sus besos,
sus caricias, sus cuidados,
el lustre del calzado
que cada noche coloca
junto a la cama.
Pierdo noción del tiempo
fuera de la casa.
Sonrío, hago bromas,
vivo, o casi, mientras
           trabajo.
El vertiginoso andar
del
         tren
me proyecta,
     impacto en el cristal cuando me veo
y llego a mi casa antes de llegar.
No me reconozco.
No soy yo, cómo no iba a saberlo.
Y así será hasta el fin.
Y volveré cada día aunque
no quiera:
                mi voluntad,
           desafortunada.
Un ángel  me lo había advertido.
Fui sordo.
Al menos en la pantalla
te encuentro, en viejos charlas que guardé,
por precaución.
¿Precaución?
¿Es que lo sabía yo también?
Vivo mientras releo.
Ella cocina tarareando en la cocina.
Me llama, y muero de a poco.
"-¡Querido, ya está la cena!
Luego saca al perro,
una vuelta a la manzana y
dormirá tranquilo."
Mi mascota es el único que duerme en paz
cada noche.

Cadena perpétua

Rayo de sol
sobre tus ojos muertos.
La enfermera
comprueba tus signos vitales
y sonríe al ver que respiras
                                        agonizando.
Un perro ladra, o dos.
Dicen que los animales perciben lo imperceptible.


Errante

Sonrisa perfecta,
alma de ciudad
envuelta en las manos.
Tendenciosa palabra
condensanda, derramada,
que conmueve.
Ojos cerrados
como persianas invisibles.
Herederos somos
del vacío y la nada.
Dibujamos siluetas
mudas
que corporizamos en vestigios de Dios.
No hay coordenadas
en medio del desierto
ni GPS ni estación de peaje.
Hay silencio que no es paz,
hay ausentes y muertos
y una población de voces
que ensordece desde adentro.
No tengo ganas de vivir
                                     a veces.
No tengo ganas de vivir
                                      y vivo.
Te pido perdón, Señor, por eso.

Groenlandia

Sé que te irías sin dejar rastro,
sin ninguna pista
para poder encontrarte.
Sé, que en este instante
se te acabaron las ganas
y la lista de excusas
para seguir batallando.
Sé que el descontento te habita
y que has descubierto
que nada tiene sentido.
Sé que no puedes comprender
que el afecto caduque y se torne putrefacto
bajo la caroñera mirada ajena.
Sé que te cuesta aceptar
que el vacío cotidiano sea
tú único cómplice.
Sé que en tu lista de números de emergencia
no quede ningún número por marcar
cuando el resto da ocupado.
Sé que viste morir una a una las palabras
que te reconfortaban y que hasta
Dulcinea del Toboso ha sabido existir mejor que tú.
Sé que estás sola cuando quieres compartir el mate
y que hasta la vecina tiene agenda colapsada
donde no hay lugar para recibirte.
Sé que no puedes deshacer el conjuro.
Pero, espera, hay otros lugares,
(o debiera haberlos)
Aunque, el congo Belga  ya no exista y
la Conchinchina tenga alta densidad demográfica.
De acuerdo, Donde el diablo perdió el poncho
hay demasiada concurrencia y
en el culo del mundo es imposible hallar un poco de paz,
porque según parece la contaminación ambiental ha llegado a tasas elevadísimas.
Ahora bien: sigue buscando,
hay tanta calidez en tu alma que tampoco se trata de acelerar
el derretimiento de los casquetes polares.
Piénsatelo.
Busquemos otras coordenadas posibles.