Recuperando la memoria

Sentarse al fuego de las palabras, sentirlas vivas, chispeantes, capaces de actualizar ecos eternos y tiempos inexistentes.

Aquí tienes un lugar, que la rueda permite ampliarse y abrirse para que sientas tu espacio.

Que encuentres cobijo, mirada, escucha. Pero, sobre todo, que te encuentres...

julio 29, 2011

Presente

Podría ser una existencia miserable,
                                                     sin esperanza,
pero es la casa donde dan ganas
de poner otra hilada de ladrillos cuando acabas la anterior.

Podría ser territorio de despojos,
                                       agonía huérfana de consuelo,
caída interminable
                            por las cavernas fosilizadas del espanto
pero es savia nueva a borbotones fluyendo en jazmines y pasionarias
que aún no han nacido.

Podría ser virtuosa despedida desde el umbral de una existencia
                                                 insípida y microscópica,
pero es la rueca y el telar,
                                       hilados que danzan y acarician los sueños
que se hacen manta para esperar el invierno.

Podría ser encrucijada en un laberinto que no tiene puerta de salida
                                                          por más que desees hallarla,
pero es el mapa que muestra cartografía ilusionada que espera ser desandada
aunque sea sólo a tientas.

Podría ser un fantasma del príncipe azul de un cuento
                                    que no tuvo final feliz y que viene a recordármelo,
pero eres tú, de carne y hueso,
                                               mirar cristalino,
                                                                       manos peregrinas
                                     y promesas cumplidas.




                  

julio 14, 2011

Loxodromía

Me habita la dicha.
Mis ojos están cerrados, no duermo.
Apenas respiro.
Tampoco duermes aunque tu cuerpo descanse.
Tus manos son nido que acogen las mías.
Siento el camino.
Todo sigue su curso.
Amasamos el barro de la fundación.
Nuestro goce es íntimo y habla de libertad.
Ignoramos lo que hay más allá de las puertas y las ventanas.
Sólo el viento nos acompaña:
hoy toca concierto a favor del placer, del amor, del erotismo.
No alcanza con suspirar y hacer infinito el letargo.
Deseosa de naufragio olvido los mapas y la brújula,
no hay carta de navegación en el barco:
marinera inexperta sabe llegar a buen puerto.
Basta sumergirse en la humedad de tu boca
para amarrar las caricias en el puerto de tu mirada
donde siempre hay un mundo  
estallando en el humus sobre el que duerme la caracola.
Traspasar las cavernas submarinas que logro avistar
desde tu ombligo.
Tal vez sea tiempo de retrasar la entrada al paraíso,
de morder la manzana y compartirla,
de dibujar historias en la pared del rancho,
de estampar ternura en la palma de tu mano.

julio 03, 2011

Derecho

Reclamo el derecho a  ser feliz,
la luz de tu mirada,
la paz de tus palabras,
tus manos entrelazadas con las mías,
tu sonrisa al despertar,
tus mimos en la cama,
tu abrazo en la cocina,
tu caricia mientras hablamos en el sofá,
mis pies sobre tus piernas,
tu cabeza en mi regazo,
la lista de la compra con tu letra y la mía
intercaladas.
Reclamo actualización de sueños,
proyectos gestados en bocetos nuestros,
canciones dedicadas en la radio,
sorpresa envuelta en papel de regalo con lazo y todo,
una carta manuscrita bajo la almohada
incandescente ante tus ojos,
la mesa vestida de estreno en la vida cotidiana
con las caritas encendidas de picardía y travesura
de nuestros hijos en los que se mezcla apetito y complicidad.
Reclamo el calendario con las fechas marcadas,
las fechas de vencimiento para las penas,
el fin de la hipoteca,
la casa que soñamos y dibujamos juntos,
el jardín con palo borracho y jacarandá
explotando de flores,
los manzanos, los durazneros, las higueras,
las mandarinas, los naranjos, los limoneros,
los cerezos y los almendros en flor,
los ciruelos, un damasco, el árbol de moras,
un sauce llorón para enseñarle a reir a carcajadas,
el huerto con tomates, pimientos, apio y cebollitas,
con zanahorias, remolachas, rabanitos,
acelga y lechuga, un poco de espinaca,
berenjenas, un zapallo, setas bajo el pino un poco más allá.
Y un quincho, donde comer asaditos con los amigos algún domingo.
Reclamo pelis, todas las que nos gustan, las que hemos visto
y las que querríamos ver.
Todos los discos que no podemos dejar de escuchar,
o una guitarra, algunas partituras con acordes,
para intentar conquistar las cuerdas.
Un ajedrez, naipes, algunos dados, una ruleta o un bingo
El estanciero o el Monopoly, las damas,
El juego de la oca, un juego de pistas, algo de miedo
(a los niños siempre les gusta pegar un grito).
Lo demás, veremos, sobre la marcha,
 a conveniencia, según qué surja,
según quién llegue, depende el día,
por si las ganas,
por si los sueños,
por si hay reclamo.