Recuperando la memoria

Sentarse al fuego de las palabras, sentirlas vivas, chispeantes, capaces de actualizar ecos eternos y tiempos inexistentes.

Aquí tienes un lugar, que la rueda permite ampliarse y abrirse para que sientas tu espacio.

Que encuentres cobijo, mirada, escucha. Pero, sobre todo, que te encuentres...

enero 27, 2011

ACTO DE JUSTICIA

Pesadumbre, urdimbre, derrumbe, hartazgo.
Mar furioso de proyectos soy si comparto mi vida contigo.
Entonces siento dolor y metamorfoseo dolor en enojo.
Me dura un instante: no es verdad que me desborden las emociones,
las reconozco, las tengo vistas, ocupan su lugar apenas las miro.
Lees que me derramo en palabras si dejo que los sentimientos dancen:
si callo reina la paz, efímera y mentirosa, te obstinas en llamarle paz.
Toca llevar pantalones largos y a mí me gustan las faldas.
Mujer soy, la que te ama, la que te espera, la que no se resigna
a menos que digas adiós. Entonces no seré mujer resignada,
sólo seré quién mira hacia un lado y otro para ver por dónde quiero seguir.
Dices que la llama flamea dentro de ti y temo que te incendies: te habita el amor y la pasión, aunque no le puedas poner palabra, dan señales.
La llama sigue flameando dentro de ti y si no la compartes
temo que no pueda recoger ni siquiera tus cenizas.
Esa llama es nuestro abrigo, no lo olvides.
Amado,  desanda los pasos y vuelve a la cama, descansa.
Que nada te atormente, porque soy yo quién siente truenos y relámpagos.
Que tu voz no se ahogue y reconozca la mía. Te llamo.
Que el remanso siga siendo ese lugar que elegimos para construir el hogar.
Nos esperan nuestros hijos, ambos merecen lo que han venido a buscar.
Nosotros podemos dárselos. Es el tiempo, es el momento.
En nuestro hogar comienza la paz, y eso sí que es un verdadero acto de justicia.
No hay egoísmo posible si estamos dispuestos a dar generosamente a quienes amamos.
Poco podemos amar la humanidad a la que pertenecemos si no hacemos tarea en casa.
Mi tejido avanza.
Verde que te quiero verde.
Llega el momento del estreno, del reencuentro, de la charla pendiente.
Tal vez no logre ser más que quién te escuche.
Sabrás que ya sentía que eso podía pasar.
Sigo teniendo mucho para decirte, es mucho, TE AMO.

enero 19, 2011

Cronometrado

una y doce
un ladrido lejano que responde a otro y a otro y a otro
dos y ocho
brisa madrugadora sacude los brazos del paraíso
con ganas de mandarlo al mismo infierno
dos y treinta y siete
no hay modo de explicarle al llamador de ángeles
que las líneas están colapsadas,
verifique el número y por favor vuelva a discar
tres y once
los ángeles sólo atienden llamados de emergencia
(si no me atienden cómo pueden saber qué tan urgente es)
cuatro y cincuenta y tres
no debería haber espejos en el baño,
para qué, nadie quiere saber a esta hora
que han quedado rastro de tanta lágrima rodante
Las seis, en punto
sólo los rayos de mi sol llegan a tiempo
Seis y catorce, caminata
Seis y veinte. ¡Hay que ver este día tan maravilloso
que arranca con tormenta matutina!
Seis y veintidos: afortunada, las primeras gotas caen sobre mí.
No hay mejor exorcismo.
Seis y treinta y uno. Ves, si hubiese dormido toda la noche
 no estaría aquí, y ahora.
A las siete y tres deja de llover.

enero 13, 2011

EQUILIBRIO

Efervescencia y agua marina,
tu mirada.
Cumulus limbus
en un ramo de flores,
sí, parecen nubes,
saben camuflarse.
Todos los meses
se visten de junio
y te muestran por primera vez.
Esta vez no te veo.
Ya sé,
sigue la historia.
EQUILIBRIO.

enero 08, 2011

Génesis

Nenúfares paren inconsistencia.
Vaciadas de nada se integran
en la danza.
Despojadas de espanto se estremecen
sin comprender lo que acontece.
Asamblea de urgencia:
silenciar la palabra,
ahogar el impulso
y documentarlo.
Decreto incodificable
se bate en sus alas
cuando se reproducen.
Alevosía encubierta poliniza la hierba
con los cuerpos sin vida.
Estrenan suspiros los recién llegados:
nadie los espera para arroparlos
y todas les dejan camino allanado.
Un mantra sagrado es canción de cuna.

Alumbramiento

Anodina virtud envuelta en lágrima.
Incapaz soy de ver lo inocultable.
Cabalgo en mi evanescencia miserable
justificando pasos sin huella alguna.
Disfrazo de paciencia una espera que no he elegido
y me derrumbo a cada instante ante tu inestabilidad.
Dilemático comienzo sin coordenadas visibles
Digo lo que esperas horrorizada de espanto.
Maldigo mi inconsistencia vulnerable,
la  miradaque me roba el alma: ni siquiera puedo cuidarme sola
y me traiciono a cada paso despiadadamente.
Que mi mujer salvaje me rescate:
me he traicionado tantas veces que ya no confío en mí.
No quiero estar viva para asistir a mi muerte:
morir ahora mismo sería un acto de amor imperceptible y necesario.
Me espera un nuevo nacimiento:
quiero llegar a tiempo.

enero 07, 2011

Anatema

Cuajas de vida el nido.
Te aferras inútilmente.
Presente a destiempo,
 destemplado.
No puedo obligarte:
para echar raíces se necesita un ritual,
dueto de tambores,
deseos de a dos.
Despedida carmesí:
si hasta la tarde te corteja.
En tus ojos anidan estrellas, juglar saltimbanqui.
En tus brazos recuesto mi alma,
con solo acercarme.
Abandonas letargo y ausencia
para acompañarme
y es así como logro encender
lo que no ve nadie.
Cartografía invisible
que flota en el aire
y conduce a un instante fugaz:
podría apostarle.

Derrapando, cuán cierto,
qué inmensas verdades,
cuánto es posible aprender
sólo al derrumbarse.

enero 03, 2011

Afortunada

Desangelada metamorfosis intrascendente.
Cada escalón quiso ser mi tumba.
El valle del sol se ve resplandeciente,
aún más cuando estás en la cima
de Traslasierra: no son estos los ojos
los que serpentean en Ojo de Agua.
Son los del alma que se quedaron
bajo los algarrobos refundándose
espiritualmente.
Fue sumergirme y ascender sin cielo
que me pusiera límites:
fácil desafiar el cielo
cuando no lo sabe
mientras estoy agazapada en el reflejo del tanque australiano.
Sólo mi colibrí sale de noche:
apenas hace un avistaje para saber si estoy viva.
Vuelve a su nido: insomne no podría hacerlo.
Estoy viva- le digo- dispuesta a plantar bandera y
librar una batalla que te libere.
No es posible ver la encrucijada ni la trampa que te abdujo
a las cavernas de un alma envenenada.
No puedes verlo.
Que yo lo vea no ayuda.
A quién le importa.
Desangelada certeza esperpéntica que piensa corroerme.
Llevo antióxido: son demasiados siglos. Hay estrategias
que vienen incorporadas.
Constelar para comprender lo que juega a las escondidas
(por fortuna)
desafortunadamente .

Águila de Oro

Atravesada en luceros
que  despliegan bajo un manto encantado
su soberbia.
Eclipsada en cifrado mensaje evanescente
que auspicia vacío y desintegración voluntaria.
Gimiendo esperanza que se cuece a fuego lento
en la mazmorra del alma.
Exorcizada por la sonrisa que el espejo devuelve
con acordes sentidos e inexistentes
y la total certeza de un serpenteante sendero
que acaba donde indican mis pies.
Excelsa y diminuta simplemente
arremolinada
con todo
y una fotografía que respalda mi certeza:
un día tuviste alas y en ellas cobijé mi espíritu andariego.
Era posible y fue posible. Lo sé. Por tanto, lo sigue siendo.
Ahora, habría que ver si las plumas doradas
recuerdan el camino de regreso al Sol.
A que sí...