Recuperando la memoria

Sentarse al fuego de las palabras, sentirlas vivas, chispeantes, capaces de actualizar ecos eternos y tiempos inexistentes.

Aquí tienes un lugar, que la rueda permite ampliarse y abrirse para que sientas tu espacio.

Que encuentres cobijo, mirada, escucha. Pero, sobre todo, que te encuentres...

noviembre 03, 2013

Ahí estás,
sin saber qué hacer.
Se estremece tu piel
y tu espíritu errante
es incapaz de decir nada.
Ahí estás,
ahora mismo,
leyendo en este espacio,
buscando una clave,
buscando una señal,
buscando un guiño cómplice
que te confirme lo que sientes.
No puedes irte,
no puedes liberarte,
crees que no eres capaz de romper el hechizo...
Pero no hay hechizo,
no hay conjuro ni contraconjuro,
no hay tiempo no hay distancia no hay nada.
Me buscarás, eternamente,
en tu corazón que late alborotado,
en tus manos vacías,
en el néctar de tu boca
en el mapa de tu piel,
en la intensidad del gemido,
en cada rincón de tu cuerpo
que espera ser besado.
Me buscarás,
cada día, cada tarde y cada noche,
sabrás de mí,
sentirás mi perfume,
te envolverá mi esencia,
el sabor de mi boca,
el mapa de mi piel,
la intensidad de mis gemidos,
cada rincón de mi cuerpo
acribillado.
Cobarde sin par:
Y me desvanezco ahora mismo...

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