Fuego sagrado para lavar la pena
y ahuyentar los fantasmas.
Lluvia enfurecida para desgarrar
los sueños que no germinaron.
Brisa fresca para disipar
las cenizas que envuelven las brasas.
Y la explosión de un cielo
que se hace hielo para bajar la fiebre
que azota el espíritu.
Ensordecedor tamborileo
en la noche que gesta madrugada.
y ahuyentar los fantasmas.
Lluvia enfurecida para desgarrar
los sueños que no germinaron.
Brisa fresca para disipar
las cenizas que envuelven las brasas.
Y la explosión de un cielo
que se hace hielo para bajar la fiebre
que azota el espíritu.
Ensordecedor tamborileo
en la noche que gesta madrugada.
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