Recuperando la memoria

Sentarse al fuego de las palabras, sentirlas vivas, chispeantes, capaces de actualizar ecos eternos y tiempos inexistentes.

Aquí tienes un lugar, que la rueda permite ampliarse y abrirse para que sientas tu espacio.

Que encuentres cobijo, mirada, escucha. Pero, sobre todo, que te encuentres...

octubre 12, 2011

Hombre

No temas,
quemaron mi ojos para poder verte.
Oscurecieron mi vida para reconocer la luz
que te habita.
Me quitaron la piel para sentir la tibieza de tus manos
que dibujaban alegrías en mi cuerpo.
Fagocitaron mis latidos
para que tu corazón ocupara el vacío de mi pecho,
Destrozaron mis sueños para inaugurar los nuestros,
los compartidos.
Fue tumba mi vientre para dejar que la semilla
descansara hasta tu llegada.
Fui lamento y dolor para exorcizar los miedos,
la soledad y el desamparo que te precedieron
para que me encontraras, allí, en el rincón,
en el último rincón, metamoforseada de tristeza.
Aguardo la tierra prometida,
el verdor de la montaña,
el manantial que bañará mis pies, mis manos y mis cabellos
mientras tu cuerpo respira sobre mi esencia.

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