Vaciar los ojos,
deshabitar la cuenca,
secar hasta la última gota
de la última lágrima
del último instante
de la última herida profunda.
Superadas
todas las pruebas,
no hay caminos para seguir
sino un mapa para crear juntos.
Cambiar el mundo,
el que no elegimos,
al que llegamos,
el que no entendimos,
en el que no encajamos.
Forjada la armadura
sin que le quepa a nadie.
Me niego a responder al miedo,
a dejarme confundir por sus acordes.
Elegirte en mil y una vidas,
sin dudarlo.
Construir la terrible armonía
en la que no crees,
en la que no apuestas,
por la que no te comprometes,
a la que temes.
Me duele en mi cuerpo
tu cuerpo.
deshabitar la cuenca,
secar hasta la última gota
de la última lágrima
del último instante
de la última herida profunda.
Superadas
todas las pruebas,
no hay caminos para seguir
sino un mapa para crear juntos.
Cambiar el mundo,
el que no elegimos,
al que llegamos,
el que no entendimos,
en el que no encajamos.
Forjada la armadura
sin que le quepa a nadie.
Me niego a responder al miedo,
a dejarme confundir por sus acordes.
Elegirte en mil y una vidas,
sin dudarlo.
Construir la terrible armonía
en la que no crees,
en la que no apuestas,
por la que no te comprometes,
a la que temes.
Me duele en mi cuerpo
tu cuerpo.
Mapas sin puntos de destino, quizá los únicos que nos llevan a al(ning)una parte.
ResponderEliminarSalud-os
sí, tal cual, pero nos llevan.... Abrazo..
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