Tu sonrisa, tu mirada,
la alegría expansiva que irradiabas desde la cocina,
los secretos ancestrales que no revelaste
tus pasos silenciosos y
tu amor de corazón adentro
Tus rabias, tus dolores, tus lágrimas
amordazadas
y los sueños estrangulados
antes de abrir los ojos
Sigo preguntándome lo mismo
cada 24 de marzo:
¿Por qué elegiste sentirte no merecedora, mamá?
la alegría expansiva que irradiabas desde la cocina,
los secretos ancestrales que no revelaste
tus pasos silenciosos y
tu amor de corazón adentro
Tus rabias, tus dolores, tus lágrimas
amordazadas
y los sueños estrangulados
antes de abrir los ojos
Sigo preguntándome lo mismo
cada 24 de marzo:
¿Por qué elegiste sentirte no merecedora, mamá?
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