Llegaremos al mismo mar
en la fecha señalada,
aunque nuestros cauces dibujen
otros caminos.
No quiero saber de ti,
mientras tanto.
No me importa
cuántas mentiras digas
cuántos embustes cometas,
cuántas lágrimas derrames
o cuántas ilusiones sofoques.
No llegarán a mí los rumores
de historias repetidas,
ni reclamos
ni hazañas
ni humaredas.
Cada verano el cielo
hablará de tus ojos
ensangrentados
y de tu piel hecha jirones
dejando huellas
de sobreviviente.
No leeré tus cartas.
Se alargarán los días
cuando los soles recen
una plegaria.
La brisa del mar me canta
en la bahía.
Doméstica inquietud
que me impide amar
incondicionalmente
a quién no sepa
donde me duelen las orillas.
en la fecha señalada,
aunque nuestros cauces dibujen
otros caminos.
No quiero saber de ti,
mientras tanto.
No me importa
cuántas mentiras digas
cuántos embustes cometas,
cuántas lágrimas derrames
o cuántas ilusiones sofoques.
No llegarán a mí los rumores
de historias repetidas,
ni reclamos
ni hazañas
ni humaredas.
Cada verano el cielo
hablará de tus ojos
ensangrentados
y de tu piel hecha jirones
dejando huellas
de sobreviviente.
No leeré tus cartas.
Se alargarán los días
cuando los soles recen
una plegaria.
La brisa del mar me canta
en la bahía.
Doméstica inquietud
que me impide amar
incondicionalmente
a quién no sepa
donde me duelen las orillas.
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