Con hilos invisibles
teje la vida el lienzo
en el que dibujo mi camino
Una vela de siete colores
alumbra mis pasos
antes inseguros
timoratos
zigzagueantes.
Desde esta colina
el mar
sigue reinando en el cuenco de mis ojos
Tengo un faro en el centro del pecho
para que la música se expanda.
Le guiño un ojo al fantasma
que acecha.
Abro las puertas de palacio
para que puedan refugiarse
las soledades huérfanas
de los hidalgos.
Siento el murmullo del agua de la fuente
y el estruendo de la aldaba
que sacude tu sombra olvidada.
teje la vida el lienzo
en el que dibujo mi camino
Una vela de siete colores
alumbra mis pasos
antes inseguros
timoratos
zigzagueantes.
Desde esta colina
el mar
sigue reinando en el cuenco de mis ojos
Tengo un faro en el centro del pecho
para que la música se expanda.
Le guiño un ojo al fantasma
que acecha.
Abro las puertas de palacio
para que puedan refugiarse
las soledades huérfanas
de los hidalgos.
Siento el murmullo del agua de la fuente
y el estruendo de la aldaba
que sacude tu sombra olvidada.
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