Recuperando la memoria

Sentarse al fuego de las palabras, sentirlas vivas, chispeantes, capaces de actualizar ecos eternos y tiempos inexistentes.

Aquí tienes un lugar, que la rueda permite ampliarse y abrirse para que sientas tu espacio.

Que encuentres cobijo, mirada, escucha. Pero, sobre todo, que te encuentres...

diciembre 30, 2013

Corred

Brotan delfines de mi vientre
y se zambullen alocados
buscando el hogar en la isla de corales.
Hay un cielo en las tierras bajas
que se enciende cuando todos duermen
sólo hay sangre y muerte
para los que no escuchan
las voces que traen las señales
cuando son tan claras.
No esperes nada.
No te detengas.
No creas más que en las palabras
que dibujan tus ojos.
Profana su oscuridad
la alegría que brota
de la certeza.
Miserables demonios
que no pueden
dar nada
sin destrozar todo lo que anhelan.
Huir de la exorbitancia
de promesas vanas
hasta guarecerse
en la cueva del unicornio.
Que cada reptil tiemble
bajo la roca que lo disfraza.
La sal destruirá el cuenco de tus ojos
una vez más.

diciembre 28, 2013

Alfanje

Con hilos invisibles
teje la vida el lienzo
en el que dibujo mi camino
Una vela de siete colores
alumbra mis pasos
antes inseguros
timoratos
zigzagueantes.
Desde esta colina
el mar
sigue reinando en el cuenco de mis ojos
Tengo un faro en el centro del pecho
para que la música se expanda.
Le guiño un ojo al fantasma
que acecha.
Abro las puertas de palacio
para que puedan refugiarse
las soledades huérfanas
de los hidalgos.
Siento el murmullo del agua de la fuente
y el estruendo de la aldaba
que sacude tu sombra olvidada. 

diciembre 14, 2013

Perfecto

Y hacemos promesas,
expresamos deseos,
miramos un cielo
tapizado de estrellas
que esta noche
están de fiesta.
Y soñamos,
sin que el dolor y las lágrimas
puedan con ello.
Y esperamos,
y sabemos,
y sentimos,
y sonreimos.
Todo está bien, siempre.
Todo está bien,
aunque el silencio de la noche
diga lo contrario.

diciembre 09, 2013

Soñadora

Sólo entre mis brazos, 
o a mi lado, 
en ningún otro sitio,
amaneciendo juntos
sin dormir siquiera;
aquí, donde el beso aflora,
donde tu corazón late
acribillando el silencio
y todos los temores
que hemos derribado.
Te espero
y confío,
te pienso y siento
que eres mío
como nunca has sido.
Te miro, te llamo,
escribo una líneas
condenadas a muerte
y mi boca te besa
inaugurando un milagro
que necesitamos.
Te siento, me sientes,
sentimos la proximidad,
la precipitada urgencia,
la certeza en los cuerpos,
los suspiros acallados,
el lenguaje nuestro
de las miradas
que hablan.
Amarte a pesar de todo,
amarte sin sentido,
sin desvelo,
en vaticinio y deseo
que lo hace posible.
Esgrimir valentía,
osadía,
seguridad y alegría
cinceladas
bajo este cielo
deshecho en lluvia
en el caminito
de los almendros.
Llegaremos caminando
y daremos gracias
por cada día
por cada tarde
por cada noche.
Ya no quiero despedidas
sin fecha de reencuentro,
ya no quiero la angustia
de no saber cuándo volveré a verte.
Ya no quiero que me digas
lo que no sientes
y te guardes la llave
de mi sonrisa
bajo otra piel
en otra boca
que dice amor
sin serlo.

Anodina

En esta realidad infinita
prefiero el hexágono
de la atmósfera de Saturno.
Llueve como si no fuese
la última lluvia
en un día de emergencia.
En las redes un fogonazo
de relámpagos pone de rodillas
la paz que precede al sueño.
Somos sacudidos por el desvelo
y la mortecina seguridad
de una ciudad que duerme
acorralada
y que no tendrá sueños
para contar mañana.
No hay estrellas ni luciérnagas.
No hay colores en esta oscuridad
de madrugada.
Enciendo tres velas
para domesticar
el naufragio en una constelación
desconocida.


diciembre 04, 2013

Atrincherada

Con este abrazo que me envuelve,
todo está bien, 
lejos los disturbios,
los disparos, 
el sonido ensordecedor 
de los motores 
que desgarran el silencio 
de esta noche tan extraña.
Con tus ojos sobre mí,
me siento a salvo,
en sincronía tus latidos 
y los míos, 
en comunión nuestras bocas
sedientas de vida.
En este instante en que se destartala el mundo
bajo tu piel, sin sombra, 
canción de cuna.
Me has mecido el alma,
                                      y soy  feliz... 

diciembre 02, 2013

Piel

Siento que sí,
que es el momento, 
que ha llegado el tiempo,
que acabó la espera.
Echar al mar la barca,
confiar en el oleaje
y la luz del faro.
Sobre tu cuerpo ensayo
coreografías
que no han amanecido.
Sobre tus labios 
dejo
la miel silvestre
que han parido
flores nuevas
en mi vientre.
A lo lejos 
repiquetean los tambores
hasta rodearnos:
hay que entregarse,
                             ahora.