He buscado en el sitio equivocado.
He hallado la muerte
y dejado el último suspiro
entre sus palabras huecas.
En sus ojos de mar
nada se ve:
añoro el cielo
de su mirada.
En su corazón dormido
nada se escucha:
cantaba el mío al son del suyo
en la madrugada.
Insensibles sus manos
buscan sin hallar:
mi piel extinta
guarda caricias que no se olvidan.
Adormecidos sus labios
besando otras bocas
en maniqueo intercambio.
Le he perdido
en las redes de la impaciencia.
Su crueldad es el Coro
de esta tragedia
sin nombre.
Coreutas que cantan
al unísono
tejen la trama
de las excusas
que se ha inventado.
En la medina las huellas
de Mahoma siguen intactas.
He hallado la muerte
y dejado el último suspiro
entre sus palabras huecas.
En sus ojos de mar
nada se ve:
añoro el cielo
de su mirada.
En su corazón dormido
nada se escucha:
cantaba el mío al son del suyo
en la madrugada.
Insensibles sus manos
buscan sin hallar:
mi piel extinta
guarda caricias que no se olvidan.
Adormecidos sus labios
besando otras bocas
en maniqueo intercambio.
Le he perdido
en las redes de la impaciencia.
Su crueldad es el Coro
de esta tragedia
sin nombre.
Coreutas que cantan
al unísono
tejen la trama
de las excusas
que se ha inventado.
En la medina las huellas
de Mahoma siguen intactas.
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