Dónde está nuestra niña
y nuestra casa
y el mar
y las montañas
y los amaneceres
y las risas compartidas
y la familia,
y los hijos que nos miran.
Dónde está mi cuerpo
pulverizado
y mis manos
y las tardes
y los mates
y los planes
y las palabras
y las promesas
y lo que se nos hubo destinado
Dónde está el lienzo
donde nuestras bocas
se fundían por las noches
Dónde están los sueños,
dónde las miradas
y los días que pasaron volando
Dónde el desayuno,
los paseos,
la brisa,
los almendros florecidos
Dónde estás, dónde te has ido
aquí tus acrílicos y tus pinceles
me preguntan por ti
y hasta el atril llora
tu ausencia
El hilo invisible que nos une
sigue intacto
y nuestra casa
y el mar
y las montañas
y los amaneceres
y las risas compartidas
y la familia,
y los hijos que nos miran.
Dónde está mi cuerpo
pulverizado
y mis manos
y las tardes
y los mates
y los planes
y las palabras
y las promesas
y lo que se nos hubo destinado
Dónde está el lienzo
donde nuestras bocas
se fundían por las noches
Dónde están los sueños,
dónde las miradas
y los días que pasaron volando
Dónde el desayuno,
los paseos,
la brisa,
los almendros florecidos
Dónde estás, dónde te has ido
aquí tus acrílicos y tus pinceles
me preguntan por ti
y hasta el atril llora
tu ausencia
El hilo invisible que nos une
sigue intacto
Bueno,que siga intacto. En caso de apuro, el hilo invisible sirve para estrangular las ausencias...
ResponderEliminarUn abrazo
Ya las ha estrangulado a todas juntas y se ha pulverizado... Incomprensible es el destino del hilo sagrado e invisible que se corta....
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