Recuperando la memoria

Sentarse al fuego de las palabras, sentirlas vivas, chispeantes, capaces de actualizar ecos eternos y tiempos inexistentes.

Aquí tienes un lugar, que la rueda permite ampliarse y abrirse para que sientas tu espacio.

Que encuentres cobijo, mirada, escucha. Pero, sobre todo, que te encuentres...

septiembre 08, 2020

Monte

 Cierro los ojos. 

¿Me ves?

Estoy sentada en los escalones de mi casa. 

Hacia un lado, un perrito. 

Hacia el otro,  un gato disidente.

Aroma de atardecer, 

esa monocronía fantástica 

del fin del día.

Respiro profundamente 

con una taza de té en mis manos.

Es un día perfecto. 

Creo que me gustaría habitar ese espacio

y ese instante, por siempre.

Cada vez más cerca. 

Toma forma.

Se materializa en las emociones.

El horno encendido y ese aroma tan inequívoco

de amor, de abrigo, de hogar.

Cada vez que cierro los ojos, 

estoy en mi rancho: 

ahí está, en medio del monte, 

un monte serrano intacto.

Y el caminito de regreso 

con el cartel de bienvenida

bajo la campana. 

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