Una se desalma y se queda
flotando en el río
siguiendo la pendiente
hasta alcanzar la orilla.
Una se habita de nuevo y se encuentra
en refugio, en hogar y a resguardo,
en la patria fundada
en la autenticidad de la esencia,
en la certeza de la intuición,
en el innecesario acto de usar una máscara
para evitar dejar evidencias del delito.
Que a veces suenan doce campanadas.
Que a veces el hilo se corta.
Que es imposible profanar lo sagrado
y salir indemne.
De allí que la torpeza se pague cara.
De allí que la tristeza sea condenada.
De allí que la mentira no cotice en bolsa.
El corazón
fortalecido
pintado de rojo.
flotando en el río
siguiendo la pendiente
hasta alcanzar la orilla.
Una se habita de nuevo y se encuentra
en refugio, en hogar y a resguardo,
en la patria fundada
en la autenticidad de la esencia,
en la certeza de la intuición,
en el innecesario acto de usar una máscara
para evitar dejar evidencias del delito.
Que a veces suenan doce campanadas.
Que a veces el hilo se corta.
Que es imposible profanar lo sagrado
y salir indemne.
De allí que la torpeza se pague cara.
De allí que la tristeza sea condenada.
De allí que la mentira no cotice en bolsa.
El corazón
fortalecido
pintado de rojo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario