El hombre que me gusta
me tiene miedo.
No le teme a la tormenta,
ni a la sequía,
o al fuego que lo arrasa todo en la montaña.
Se desliza entre serpientes
y se arrincona en el fondo de un cajón
enmohecido.
En un enjambre de abejas enardecidas anda
y nada le inquieta
porque le basta con solo mirarlas
para que cada una se calme.
El hombre que me gusta
me tiene miedo.
me tiene miedo.
No le teme a la tormenta,
ni a la sequía,
o al fuego que lo arrasa todo en la montaña.
Se desliza entre serpientes
y se arrincona en el fondo de un cajón
enmohecido.
En un enjambre de abejas enardecidas anda
y nada le inquieta
porque le basta con solo mirarlas
para que cada una se calme.
El hombre que me gusta
me tiene miedo.
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