Recuperando la memoria

Sentarse al fuego de las palabras, sentirlas vivas, chispeantes, capaces de actualizar ecos eternos y tiempos inexistentes.

Aquí tienes un lugar, que la rueda permite ampliarse y abrirse para que sientas tu espacio.

Que encuentres cobijo, mirada, escucha. Pero, sobre todo, que te encuentres...

mayo 11, 2014

Encuentro

Érase un hombre
que jugaba a las escondidas
en laberintos
deshabitados.
Érase la hora
del desatino
del acto impulsivo
del gesto que borra distancias
bajo el amparo
de la certeza inexplicable.
Desplegamos las velas
y en el mar del presente
sembramos faros
en cada costa.
Bitácora de encuentro
hecho profecía
de acantilado.


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