La quisieron tanto que no tuvo más elección
que la de ser feliz a toda hora
y a contraturno.
La vistieron reina y hasta en sus andares
era soberana.
La hicieron sagrada
en cada una de sus ascensiones
y no hubo camino en que sus huellas
no dejaran semillas con savia nueva.
La descubrieron en cada uno de los rostros
de los niños que miraba y coronaba.
La eligieron tantas veces
que en todas las danzas
creaba figuras que embelesaban.
La condenaron cuando no quiso dar la sonrisa
que le exigían.
La lapidaron,
ni siquiera su sangre quiso recibir la tierra
pero el mar la acunó en el instante postrero.
Ella elige ser lluvia y los bendice a todos.
que la de ser feliz a toda hora
y a contraturno.
La vistieron reina y hasta en sus andares
era soberana.
La hicieron sagrada
en cada una de sus ascensiones
y no hubo camino en que sus huellas
no dejaran semillas con savia nueva.
La descubrieron en cada uno de los rostros
de los niños que miraba y coronaba.
La eligieron tantas veces
que en todas las danzas
creaba figuras que embelesaban.
La condenaron cuando no quiso dar la sonrisa
que le exigían.
La lapidaron,
ni siquiera su sangre quiso recibir la tierra
pero el mar la acunó en el instante postrero.
Ella elige ser lluvia y los bendice a todos.
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