Recuperando la memoria

Sentarse al fuego de las palabras, sentirlas vivas, chispeantes, capaces de actualizar ecos eternos y tiempos inexistentes.

Aquí tienes un lugar, que la rueda permite ampliarse y abrirse para que sientas tu espacio.

Que encuentres cobijo, mirada, escucha. Pero, sobre todo, que te encuentres...

agosto 07, 2011

Elección

Me siento un muerto en
                  vida.
Me ahogan sus besos,
sus caricias, sus cuidados,
el lustre del calzado
que cada noche coloca
junto a la cama.
Pierdo noción del tiempo
fuera de la casa.
Sonrío, hago bromas,
vivo, o casi, mientras
           trabajo.
El vertiginoso andar
del
         tren
me proyecta,
     impacto en el cristal cuando me veo
y llego a mi casa antes de llegar.
No me reconozco.
No soy yo, cómo no iba a saberlo.
Y así será hasta el fin.
Y volveré cada día aunque
no quiera:
                mi voluntad,
           desafortunada.
Un ángel  me lo había advertido.
Fui sordo.
Al menos en la pantalla
te encuentro, en viejos charlas que guardé,
por precaución.
¿Precaución?
¿Es que lo sabía yo también?
Vivo mientras releo.
Ella cocina tarareando en la cocina.
Me llama, y muero de a poco.
"-¡Querido, ya está la cena!
Luego saca al perro,
una vuelta a la manzana y
dormirá tranquilo."
Mi mascota es el único que duerme en paz
cada noche.

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