Recuperando la memoria

Sentarse al fuego de las palabras, sentirlas vivas, chispeantes, capaces de actualizar ecos eternos y tiempos inexistentes.

Aquí tienes un lugar, que la rueda permite ampliarse y abrirse para que sientas tu espacio.

Que encuentres cobijo, mirada, escucha. Pero, sobre todo, que te encuentres...

mayo 22, 2021

Voluntarios

 Arribamos con un contrato previo, 

elegimos estar aquí, 

escogimos misión, 

pactamos libre albedrío

y el velo de nacimiento. 

En el parto se activa 

la suspensión de la memoria.

Aunque a veces, falla. 

Nacer sin velo, 

sentir plenamente, 

darse cuenta de todo 

y no entender nada. 

Querer huir cada noche 

y no poder hacerlo. 

Sentirse atrapada bajo un cielo 

cuajado de estrellas. 

Hablar sin respuesta. 

Pedir a gritos ser recogido.

Volver a casa.

Silencio espectral y profundo

con o sin luna llena. 

Mi casa, mi casa... 

Asumir lo real, 

buscar el modo de hacerlo menos difícil, 

rastrear voluntarios, 

buscar compañía, 

hablar lenguas inconexas, 

no poder comunicarse. 

Hasta la mirada esperada, 

cuajada de mar y de sol.

Saber que la espera precede la caída de su velo. 

Saber que el encuentro sucede la caída de su velo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario