Cuántas veces más
y con cuánto errar siniestro
vas a intentar morirte sin lograrlo
De qué otras maneras,
burlando sigilosas persecuciones,
violentando la noche,
el hermetismo de una caja
escondida bajo el colchón
en la cama de aquel cuarto
que nadie usa.
Te has gastado todas las ideas
y seguís respirando,
asustada,
abrazando a tu hijo,
en la casa de tu hermana,
una vez más.
Basta,
sos libre,
no necesitás una lápida
para recordar tu nombre.
y con cuánto errar siniestro
vas a intentar morirte sin lograrlo
De qué otras maneras,
burlando sigilosas persecuciones,
violentando la noche,
el hermetismo de una caja
escondida bajo el colchón
en la cama de aquel cuarto
que nadie usa.
Te has gastado todas las ideas
y seguís respirando,
asustada,
abrazando a tu hijo,
en la casa de tu hermana,
una vez más.
Basta,
sos libre,
no necesitás una lápida
para recordar tu nombre.
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