Vos sabés, es el otoño,
es la hora, es el día, es la tibieza del hogar
la que propicia la vuelta.
Sin planearlo, porque no hace falta.
Como cuando uno elige escuchar-se.
Y aquí sigo, bordando en punto cruz.
A veces cambio a cadeneta,
o a punto mosca,
o un lanzado,
como mejor convenga
al asunto en cuestión.
Cuestión que los hilos
van marcando el ritmo
y el trozo de tela,
en ocasiones,
acepta
que acaba siendo un patchwork
como la vida misma.
es la hora, es el día, es la tibieza del hogar
la que propicia la vuelta.
Sin planearlo, porque no hace falta.
Como cuando uno elige escuchar-se.
Y aquí sigo, bordando en punto cruz.
A veces cambio a cadeneta,
o a punto mosca,
o un lanzado,
como mejor convenga
al asunto en cuestión.
Cuestión que los hilos
van marcando el ritmo
y el trozo de tela,
en ocasiones,
acepta
que acaba siendo un patchwork
como la vida misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario