Hasta los días malos no lo son tanto.
Cautela sin filtro
para una eleccion
que chapucea sin pedir permiso.
Agoniza un deseo
en la perspectiva
de unos ojos
donde el espirítu cae
con el sol de la tarde.
Por Júpiter,
en el desayuno comienza la fiesta.
Contemplar la conciencia de un tiempo
que se consume
sin dejar rastros.
Sin frutos
sin ecos
bajo el barro del pantano
donde proyecta
su libertad,
la flor de loto.
Cautela sin filtro
para una eleccion
que chapucea sin pedir permiso.
Agoniza un deseo
en la perspectiva
de unos ojos
donde el espirítu cae
con el sol de la tarde.
Por Júpiter,
en el desayuno comienza la fiesta.
Contemplar la conciencia de un tiempo
que se consume
sin dejar rastros.
Sin frutos
sin ecos
bajo el barro del pantano
donde proyecta
su libertad,
la flor de loto.
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