Dónde está la gente que quiere amar
la que cada día pone lo mejor de sí en la mesa.
La que escucha, mira a los ojos,
responde,
está atenta.
La que abraza,
la que espera,
la que mira con ojos de bienvenida.
Tantos desencuentros
nublan el cristalino,
oxidan la aldaba,
cubren el camino
y es casi imposible
encontrar la huella
que lleva al sendero
que conduce a casa.
Desde que el mundo
es nostalgia
de lo que pudo ser y no fue,
desde ese día
las cosas no han mejorado.
Contradicción de eclipse
por la mañana.
Fugacidad de infierno
que no se acaba.
Atardecer a destiempo
en una certeza.
Aunque el secreto sea
desarticular las palabras
para que no dañen
sigo creyendo que la vida pasa
por ellas...
la que cada día pone lo mejor de sí en la mesa.
La que escucha, mira a los ojos,
responde,
está atenta.
La que abraza,
la que espera,
la que mira con ojos de bienvenida.
Tantos desencuentros
nublan el cristalino,
oxidan la aldaba,
cubren el camino
y es casi imposible
encontrar la huella
que lleva al sendero
que conduce a casa.
Desde que el mundo
es nostalgia
de lo que pudo ser y no fue,
desde ese día
las cosas no han mejorado.
Contradicción de eclipse
por la mañana.
Fugacidad de infierno
que no se acaba.
Atardecer a destiempo
en una certeza.
Aunque el secreto sea
desarticular las palabras
para que no dañen
sigo creyendo que la vida pasa
por ellas...
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