Te hago una promesa,
tú hazme otra.
Quiero recorrer ese paisaje, oler esas tardes,
acariciar las flores del jardín de la fotografía.
Descubrir el lenguaje pictórico e isomorfo de las nubes plomizas,
sentir en el abrazo, en el codo a codo,
el placer del té calentito, y las manos entrelazadas
en el cariño que sentimos.
Allá dónde estés,
allá dónde nos hallemos,
no serán nunca suficientes las horas,
las palabras,
las miradas,
los golpeteos de copas,
los disparates,
las anécdotas,
las rabias compartidas,
y la felicidad que se dispara como una nave espacial
hacia el infinito y más allá.
allá dónde estés,
quiero estar,
haciendo que nuestros ojos
se partan de la risa,
apenas hagan foco
y la sonrisa se descosa, toda.