Pasa de esta manera,
con la excusa del verano,
de la siesta,
de la pausa,
de la no obligación
y de la urgencia postergada.
Galopan las palabras,
se atropellan,
se descomponen,
vomitan,
echan chispas,
se desvanecen de llanto,
se acurrucan,
golpean,
repican,
titilan
y bordan extrañas conjeturas
imposibles de desenredar.
Como el encantamiento que no se ve venir
en la banca de Clarice.
con la excusa del verano,
de la siesta,
de la pausa,
de la no obligación
y de la urgencia postergada.
Galopan las palabras,
se atropellan,
se descomponen,
vomitan,
echan chispas,
se desvanecen de llanto,
se acurrucan,
golpean,
repican,
titilan
y bordan extrañas conjeturas
imposibles de desenredar.
Como el encantamiento que no se ve venir
en la banca de Clarice.
No hay comentarios:
Publicar un comentario