Recuperando la memoria

Sentarse al fuego de las palabras, sentirlas vivas, chispeantes, capaces de actualizar ecos eternos y tiempos inexistentes.

Aquí tienes un lugar, que la rueda permite ampliarse y abrirse para que sientas tu espacio.

Que encuentres cobijo, mirada, escucha. Pero, sobre todo, que te encuentres...

mayo 28, 2015

Cicatrices

como anagramas
allí, dibujadas, 
dejando en la piel 
huellas indelebles.
Un incendio invisible
crece en un espacio cerrado.
Ha esculpido mi cuerpo
el aliento de un dios
sin reino.
Demasiado  absurdo el tedio
de una espera infructuosa.
Mortecina  respiración
dibuja personajes tan desiguales
y tan cercanos:
subyugante encuentro
de ausencias
aletargadas
envueltas en la impiedad
más destronadora.
Guarecida en la luna de mayo
una voz de acetato impertinente
que me recuerda
carencias, insatisfacción y miedos
anidados en una matriz envenenada de hastío.

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