Recuperando la memoria

Sentarse al fuego de las palabras, sentirlas vivas, chispeantes, capaces de actualizar ecos eternos y tiempos inexistentes.

Aquí tienes un lugar, que la rueda permite ampliarse y abrirse para que sientas tu espacio.

Que encuentres cobijo, mirada, escucha. Pero, sobre todo, que te encuentres...

octubre 06, 2014

Conexión

Late siguiendo el ritmo
de todos los mundos
que caben en el mundo.
Hostil la coraza
donde el sonido de mi cuerpo
escribe
en una lengua
que está naciendo
mientras anuncia
la caducidad de un destino
en el que no creo.
Puedo desmembrar  certezas
con sagacidad inesperada.
Testigo del nacimiento
de los primeros brotes
cuando llegue el alba.



Plano

Allí estará la casa
y el patio con el huerto
y el jardín
y la hamaca
y la galería
y la casa llena de sol
y de bendiciones de luna.
Aquí el cuenco,
la mesa,
las sillas,
el mantel
y el fuego encendido,
la cena impaciente,
las miradas unidas
y las manos
entrelazadas.
Y las flores
y la lista de cosas
para el día siguiente.

Lágrimas

Memoria del mundo,
inocencia.
Se extingue la tarde.
Presunción de alegría
aunque el cuerpo
denuncie
cansancio o
agobio de lunes.
Destrozaría aquello
que pone distancia
y reduce a oscuridad
a los ojos
que en amor estallan.

Desnudo

Es el turno de la palabra.
De ungir la boca
y desmentir la maldición
de tus demonios.
Hora de la verdad
anterior al estertor
que anticipa la hoguera
en que crepitan
las ilusiones.
Un cristal de aguamarina
en el telescopio
que denuncia
las grietas de una figura
que apenas se advierte.
Vencida la piel;
dormida la trama infinita
que resguarda todo
lo que no se dice.
Cuando las cuerdas
acunan al viento
escucho tu voz
que lo dice todo.