Ceremonia

Prescindo de la tierra
y de las coordenadas
para celebrarte.
Es tu existencia vaticinio
de intensidad
habitando un cuerpo
que no tiene fronteras
cuando de pasión se trata.
Habilita tu boca
la pasión de la semilla
que desafía la inmensidad
cuando son tus ojos
los que abren el camino
en la penumbra
de otra boca.
Engarzada fantasía
en la cotidianidad
de tus pasos
que marcan huellas
en donde se extravían
los infieles.
Agradecimiento que desgarra
la diáspora
del día de tu partida.
Apenas lágrimas
que se hunden y se pierden
entre papeles
que anuncian encuentros.
Alumbramiento de las palabras
en cada gesto,
     en cada piel,
          en cada estreno.
Mujer que ofrendas
sentir al mundo...
      En esta copa bebemos presente
en clave de humanidad
emancipada.

Celda

Luna de
        Salsipuedes
sobre el río
en la hora
en que las palabras  
hacen su plegaria.
Diáspora de los sueños,
       interrumpidos.
Sumar la vida
          en la noche blanca
a la intemperie:
fotografía de una boca
                   enamorada.

Ocre

Sólo cuarenta y ocho horas.

Traería la lluvia una mañana 

en que alguien llegaría.

Y una danza en la copa de los árboles.

para caminar en círculo

con la curiosidad desovillada.

Fotografía hostil 

donde muere el miedo

de un gigante

y la semilla descansa 

en el corazón del surco.

Vaya sonrisa cuando hay otra sonrisa.

Alegría pasajera

en tránsito

para llegar a destino.

Tantas cuarenta y ocho horas

como para completar el calendario.

Una taza con té de limón y miel.

Serendipia 

y adivinar todos los diálogos.

Llegó abril 

y la sensación es casi la misma.
Al final nunca llegamos al final.