Recuperando la memoria

Sentarse al fuego de las palabras, sentirlas vivas, chispeantes, capaces de actualizar ecos eternos y tiempos inexistentes.

Aquí tienes un lugar, que la rueda permite ampliarse y abrirse para que sientas tu espacio.

Que encuentres cobijo, mirada, escucha. Pero, sobre todo, que te encuentres...

febrero 25, 2014

Vilmos

Bajo el agua
he de encontrarte
donde las raíces danzan y
dejan una huella en el futuro.
Sentir,
a pesar de todo.
Gracia y malicia
para extraviarse.
Muere mi alma
cuando envuelves mi cuerpo
y lo transformas en territorio de encuentros,
conflictos y goces.
Agitación de lo real,
paleta propia.
Tregua para una lengua primitiva
y displicente que acaba siendo
maldecida.


febrero 16, 2014

Mudez

Denuncio los límites de la palabra
el caos en que los sentidos
danzan
cuando consagran
la banalidad
de tu espectro
Telepatía
en un mosaico etrusco
donde alguna vez
escribí un nombre
que leo en el cristal
de tus gafas.
Lágrima de violoncello
como motivo esencial
para que una conciencia
desdichada
agonice
antes que sumerja sus raíces
en la profundidad
del mar.

Tensión

Demasiado humano,
fatum
con el color de la mediocridad
que pincela la máscara
Prescripción universal
donde la enfermedad de las cadenas
besa la inmediatez
de tu sombra.
Intempestiva visión
de un engranaje enfermo
y deshumanizado.
Signo precursor
de un cambio
adivinado.
Phatos
para cantar un himno
a su memoria.

febrero 15, 2014

Minerva

Caparazón de tortuga
y una sombra oscura
inmensa
que ocupa el espacio
que dejan
los relámpagos.
La tela perfecta
para sofocar los gritos
de las hilanderas.
Las flores se marchitan
en el combate.
Espero los idus 
de marzo
y la hora de la cita
con el argonauta

febrero 11, 2014

Pérdidas

Donde la pena
y el dolor profundo
guarecen la tristeza
y el desencanto
Donde los quejidos
y las heridas
son un puñado
ceniciento.
En los túneles
de la miseria
y el abandono
tocan tambores
bajo la luna nueva.
Allí petrificados
por el arrebato
y la cerrazón
insanas.
Atravesada por los miedos
y los fantasmas eternos
del desamor.
Manzana de caramelo
sin mordida
y un vestido nuevo
sin estrenar
Ahora siento
que el espejo
me habla de mí.
Dos palomas
sobre los cables
del teléfono
asienten
sin darse cuenta. 

Llegada

Puedo verlos sentados sobre unos oscuros cajones
en aquel barco mecido por la inmensidad de la noche.
Envueltos en la estela del camino
en las huellas que dejaron
mirando hacia atrás con el corazón hacia adelante.
Son sus ojos lo que visten sueños nuevos
y en sus manos apretujan las ganas
que sembrarán en nuevos surcos.
Dolor profundo, dentro, siendo exorcizado
antes de llegar al puerto.
Dueños de la esperanza
de las ilusiones
de las lágrimas recién paridas
en el pueblo que dejaron.
Bienvenidos sean a esta tierra
a este sol de la mañana
y al futuro
que se hace presente
cuando sus pies
pisan el suelo
que los abraza.

febrero 06, 2014

Fotografías

Tejidas en sepia.
Visten trajes oscuros,
enlazan nombres y  miradas,
mientras cuentan historias
guarecidas
de boca en boca.
Es como abrir sus bultos y sus baúles,
y escuchar lo que cuentan las semillas
recién llegadas para llenar
-luego-
los graneros en esta tierra anfitriona.
Sus silencios abrazan
decisiones gestadas
bajo la almohada.
Cruzar el océano para inventarse
una cartografía,
para hacer propio
el nuevo territorio,
para reinventarse
y dejar descendencia
sin que los ancestros
determinen
merecimiento de heredero.

Santa la fe necesaria
para fundar una colonia
llena de esperanza
donde el almácigo anuncie
el nacimiento del trigo
que espera el molino.

Y en la matriz de la tierra
un azul heráldico
sobre una verde colina
abrazando el arado
bajo la protección
de una estrella de seis puntas.
Un guerrero es custodio:
hombre de frente
en la constelación austral.
Venus y el Sol le escoltan.