Podría amarme toda la vida.
O no.
Podría estar siempre a mi lado.
O no.
Tal vez fuese posible que nada
en el mundo
lograra separarnos.
O no.
Quizás los caminos -todos-
hayan sido dibujados
para que al transitarlos
nos encontrásemos.
O no.
Es posible que el primero
y el último pensamiento del día
sea recíproco
y cotidiano
entre nosotros.
O no.
Que no exista un sólo latido
que no encuentre eco en el corazón
del otro.
O no.
Que sus ojos hablen desde el alma
a los míos que se deshacen
en su mirada.
O no.
Que su esencia sea verdad.
O no.
Que todo ésto sea un sueño.
O no.
Quién sabe...
Se ha mentido amor
desde que se inventó la palabra
y desde el que hombre supo
que era poderoso al usarla.